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TORRES DE REFRIGERACIÓN
Los tres efectos no deseables a combatir son:
- La corrosión
- Las incrustaciones provocadas
por la precipitación de determinadas sales, sobre todo cálcicas y magnésicas
- La proliferación de especies
biológicas, como algas, larvas de moluscos, medusas y bacterias (como la
legionella).
En las plantas de generación eléctrica con ciclo de
refrigeración abierto (cada vez menos) se toma el agua del cauce público (río o
mar), atraviesa el condensador, y se devuelve nuevamente a este cauce. Los
problemas que presenta este sistema son los siguientes:
- Corrosión (por el potencial
redox del agua, por su salinidad y especialmente por la alta concentración de
cloruros en el caso de agua de mar)
- El ensuciamiento de los
circuitos, especialmente los intercambiadores (por cuerpos extraños arrastrados
por el agua de circulación, que al ser depositados en los tubos, pueden dar
lugar a choques o turbulencias en los mismos llegando incluso a perforarlos)
- La aparición de especies
biológicas, que pueden fijarse en el interior del relleno de la torre, en las
paredes de las tuberías de entrada/salida de agua e incluso en el interior de
los intercambiadores. También será importante evitar la aparición de algas que
podrían bloquear los circuitos, y la presencia de bacterias perjudiciales para
el ser humano. Por supuesto, las aguas dulces o de río son mucho menos agresivas
que las aguas saladas.
En el caso de circuitos semiabiertos, el agua que
entra y refrigera el condensador y el resto de los equipos no es devuelta al
medio, sino que atraviesa una torre de refrigeración en la que parte se evapora,
tomando el calor para esta evaporación del agua que permanece líquida. Esta fase
líquida, por tanto, pierde temperatura. Se llaman semiabiertos porque la entrada
de agua de reposición es casi constante. Parte del agua de circulación se pierde
por evaporación, y como consecuencia, el agua se va concentrando en sales
disueltas y sólidos en suspensión. Las sales cálcicas y magnésicas pueden
alcanzar su límite de solubilidad, depositándose, por tanto, a lo largo del
circuito y provocando incrustaciones. Hay que recordar que estas sales
disminuyen su solubilidad con la temperatura, al contrario que casi todas las
demás, y también la disminuyen con el pH. Las incrustaciones tienen efectos muy
perjudiciales, como descensos en los coeficientes de transmisión de calor y de
las secciones reales de paso de los tubos, provocando corrosiones, deformaciones
por falta de refrigeración de tubos y roturas de los mismos. El problema de
corrosión también está presente en los circuitos de refrigeraciónabiertos, así
como la presencia de especies biológicas.
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